viernes, 1 de febrero de 2013

TRIÁNGULOS ANALÍTICOS



El suplemento Vivienda y Decoración (El Mercurio, Santiago) del sábado 26 de enero publicó la entrevista que Paula Donoso tituló Justo Pastor Mellado: Valparaíso  con ojo de crítico.  Su propósito  era indagar sobre la percepción que el director del Parque Cultural de Valparaíso tenía de la ciudad. Ya no se trataba de exponer la política de programación, sino abordar de qué manera, un crítico de arte podía llegar a conducir este gran complejo cultural. Lo cual implicaba, de todos modos, hablar de programación, pero de manera oblicua. A lo que se agrega una cierta curiosidad sobre cómo he podido resistir en esta ciudad. Resistir, en todo sentido. De modo que me fue muy grato discutir con Paula Donoso y responder sus punzantes preguntas.  De ahí, el título: “con ojo de crítico” y no “con ojo crítico”. Porque lo que quedaba en evidencia  era a mi hipótesis de continuidad analítica con el trabajo de la Trienal y con un desplazamiento de la noción de patrimonio, en la ciudad donde esta palabra se ha convertido en un fetiche.


Paula Donoso abordó tres cuestiones a la hora de  editar sus apuntes. En verdad, debo agradecerle el haber elaborado un índice de problemas. Pero voy a reducir los primeros, a tres. Lo que ha motivado, de partida, la decisión de montar este blog, nada más que para expandir las reflexiones que aparecen en el índice que ella menciona de manera implícita.


En un texto que publiqué en mi sitio web www.justopastormellado.cl  en junio del 2012, bajo el título Tácticas tácitas, señalé lo siguiente:   “La última que subí un texto a esta plataforma fue en septiembre de 2011. He tenido que guardar silencio. Ha sido preferible que no se supiera dónde estaba, ni en qué estaba. Una de las razones para abstenerme de publicar era defender mi posición en la dirección del Parque Cultural de Valparaíso”. Y concluía: “Ha llegado el momento de hacer manifiesto los argumentos que sostienen esta política de encuadre”. Me refería al  triángulo metodológico al que hago siempre referencia cuando se trata de explicar la política del Parque.


Regreso al texto de junio: “Palabra, Imagen y Cuerpo. En concreto, Amereida (palabra), Ivens/Francia (imagen) y La perla del Pacífico (bolero: El cuerpo de la voz)”. Entonces, las tres cuestiones levantadas por Paula Donoso ordenan el momento analítico. Este es el triángulo en el que sostengo el encuadre del Parque.


La primera se refiere a la política de fachada; la segunda al desplazamiento de la noción de patrimonio; y la tercera a la gentrificación.


El rigor de las fachadas, en Valparaíso, ha sido disuelto por la saturación gráfica de la pintura mural. Hay que analizar las condiciones de aparición de esta saturación. Y eso que saturación es una palabra amable para designar la des-amabilidad ambiental.  Luego, el patrimonio reside en la representación de la corporalidad que construyen los habitantes, para distanciar al Parque de la euforia del “turismo con destino patrimonial”. Esto implica convertir a la ciudad en un museo y en una escenografía teatral. El asunto es que la musealización y la escenificación invertidas no han sido suficientes.  Finalmente, la gentrificación aparece como una noción que define por antonomasia la propia política del Parque como dispositivo de contra-gentrificación.





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