Un amigo me remite el siguiente
párrafo, recuperado del Facebook del Pacto La Matriz o de gente vinculada
a éste. Resulta sorprendente el tipo de
observación, ya que si esta va a ser la tónica del debate, entonces están
totalmente fuera de punto y no representan
la perspectiva crítica de muchos de sus miembros.
Transcribo el párrafo: "En
TV, hace ya un tiempo, dieron un reality de la familia de DJ Méndez: su pareja,
una hija, un hijo, los amigos, todos los días en pantalla.
En un capítulo, el hijo está de cumpleaños (unos 16 años o algo así), DJ lo lleva a una gran tina de casa con espuma y descorcha un champagne para ambos en el agua. "Y ahora viene lo mejor hijo", sale de la tina y vuelve con una prostituta en bikini cuyos servicios ha comprado de regalo para su niño en casa, en pantalla para todo Chile.
Ese señor DJ es el candidato a alcalde de la coalición de gobierno para enfrentar los gravísimos problemas que vive VALPO. "
En un capítulo, el hijo está de cumpleaños (unos 16 años o algo así), DJ lo lleva a una gran tina de casa con espuma y descorcha un champagne para ambos en el agua. "Y ahora viene lo mejor hijo", sale de la tina y vuelve con una prostituta en bikini cuyos servicios ha comprado de regalo para su niño en casa, en pantalla para todo Chile.
Ese señor DJ es el candidato a alcalde de la coalición de gobierno para enfrentar los gravísimos problemas que vive VALPO. "
Lo que se pretende demostrar es que, en
primer lugar, un tipo así NO PUEDE SER
aspirante a alcalde de la ciudad, y que en segundo lugar, el Pacto La Matriz
posee dicho mérito por autoproclamación.
Tiene que haber una manera más eficaz de debatir con DJ Méndez. Este mensaje, por cierto, está destinado a
horrorizar a los habitantes del barrio, anunciando el arribo y la progresión de
la barbarie.
Por de pronto, la barbarie está en la
televisión. Entendemos que los patrimonialistas detestan la televisión
no-universitaria, porque no se remite a los orígenes. Luego, asumen la posición que hubiera
defendido Monseñor Tagle Covarrubias, en defensa del matrimonio. Pero le hacen un enorme favor a DJ Méndez,
porque lo declaran IRRUPTOR; es decir, en un
TRANSGRESOR DE LA MORAL BURGUESA. Porque en este terreno, DJ Méndez no
realiza ningún acto punible ni criminalizable, al menos en la televisión. No ha
sido objeto de ninguna acción judicial, como Pinto, que se salvó solo por un
tecnicismo jurídico. Nuestros amigos del
Facebook en cuestión no han dicho una sola palabra, en público, al respecto. Ni
tampoco, que yo sepa, han hecho objeción alguna ante el afiche de un candidato
que reproducía el trasero de una persona y que hacía acompañar de la siguiente
inscripción: “presta tu voto”.
El más sencillo juego de esta homofonía
parcial produce el deslizamiento pseudo dada que consiste en asociar las
palabras “voto” a “poto”. El recurso, en verdad, es gagá. Pero reviste una
cierta gravedad, cuando habla del tipo de compromiso político al que
alude. Porque apela a un tipo de préstamo de conveniencia que se
asocia a un acto de prostitución. Lo cual es una advertencia a sus aliados
políticos, en cuanto a señalar de manera ostensible que la lealtad tiene un precio. ¡Uf! Yo no quisiera a ese señor de
aliado! La cuestión del préstamo,
entonces, hace que la fidelización de la política dependa, nuevamente, del
fantasma de sodomía. No importaría que le usaran el “voto (poto)”, a condición
de una prebenda suficientemente acorde con la naturaleza del compromiso. Lo menciono in extenso porque insisto en que
este tipo de alianza fomenta la “prostibularización” de las relaciones
políticas y desnaturaliza la memori gráfica de la Unidad Popular, al banalizar
su referente original. Me refiero al afiche que fue impreso por una oficina del
gobierno, en que había un joven y una joven, tomados de la mano, desnudos, que
avanzaban, tomados por la espalda, con un pie de página espectacular: “Mañana
es el primer día del resto de tu vida”.
Claro: que esta memoria gráfica haya
terminado referencialmente en la f®ase “presta tu poto”, resulta de una
picantería máxima.
Este hecho que he mencionado me parece más grave que el
relato que desde La Matriz se hace de la iniciativa de DJ Méndez. No he sabido de ninguna observación crítica
respecto de este afiche, que ya pertenece a olvidables procesos de campaña
anteriores. Sin embargo, DJ Méndez al
realizar la escena de la tina, no hace más que reproducir en ese formato lo que
ya ha sido sancionado estéticamente por el cine chileno. Justamente, una de las
escenas más decisivas de la película “Julio comienza en Julio” reproduce la
visita que hace el patrón del fundo al burdel rural, para iniciar a su hijo con
una prostituta, en el día de su cumpleaños.
Por lo demás, esa era una práctica
habitual del patronato oligarca, que encontramos, magistralmente problematizado
en “El lugar sin límites” de José Donoso.
La denuncia implícita que hace La
Matriz al actuar “indecente” de DJ
Méndez, omite el hecho que en los códigos de este hombre y de su entorno, una
iniciativa de este tipo es altamente valorizada porque pone en escena el
estreno de la virilidad de su hijo. Es
como una tragedia griega: ¿le responderá? ¿Y si no le responde? DJ Méndez
declara que no por eso dejará de ser su hijo. Listo: se re/compra
simbólicamente, porque en el extremo de su “machismo”, puede “maternar” a
otro. Es decir, es tan “machista”, que
puede ser “madre”. No presta el Verbo.
Esa es la gran diferencia.
Y nótese la falta de cuidado del
Facebook de La Matriz. Delata al
“indecente” que se mete en una tina con espuma. Aunque lo que hace es repetir proyectivamente
otra escena del cine: “Scareface”. Hay
que entender que esa es otra “face” que
DJ Méndez les sugiere, simbólicamente amenazante, sin el menor esfuerzo, porque ya la historia
de los medios le ha proporcionado los
recursos narrativos. El no se sitúa en
la posición de un “cara cortada”, sino en la de un “cara tatuada” que exhibe en
su propio rostro las marcas del costo
–simbólico y real- que ha pagado para estar donde está.
Esta noche, DJ Méndez es el invitado
estrella en Kamaleón (Kramer).
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