martes, 21 de junio de 2016

PRIMARIAS: RECUPERAR LO PERDIDO.


¡No! ¡No puede ser! ¡Se hundió mi candidato! Más bien, lo hundieron. Pensé que el “post-pintismo”  había logrado vencer al fantasma del “pintismo” y me equivoqué. Al escuchar la entrevista de DJ Méndez en la Bio-Bio, anoche, recordé lo que un operador político de la UDI  me dijera a propósito de la elección pasada para la alcaldía: “El dueño del negocio jamás va a ir en contra  de su gerente general”.

Entonces, en esa ocasión entendí que Pinto ganó las primarias, nada más que para asegurar el triunfo de Jorge Castro. Hoy día, Pinto, experto en “acarreo”, no hizo mucho para que Omar Jara obtuviera  el traspaso de sus activos.  Esto quiere decir que Pinto puede asegurar  de nuevo la re-elección de Castro, dejando en el camino a  correligionarios que no han sabido o no han podido o no han deseado  provocar rupturas simbólicas irreversibles.  Bueno: es el precio que se paga por “pedir permiso”. 

En cambio, es conocida la “debilidad” de Lagos Weber por los músicos. Antes, ofreciendo cargos para disolver amenazas de acompañamiento.  Ahora, levanta esta carga para solidificar  el amedrentamiento  de una nueva  “lengua”. Pero no sabrá qué hacer con la erección de esta alternativa, toda vez que DJ Méndez se ha puesto a  decir que va a escuchar a  “la gente” y que el programa va a salir de ahí; no sin dejar de agregar que los políticos tienen que aprender (de él) a escuchar a quienes se han reunido en torno suyo, porque consideran que él les va a permitir “recuperar lo perdido”.  Fue entonces que mencionó las palabras “basura” y “delincuencia”.  No se entendí a quien se estaba refiriendo.

El tema es que estas primarias revelan las profundidades alcanzadas por las reivindicaciones de los no-garantizados, en contra de los ultra-garantizados de La Matriz.  Para Lagos Weber la democracia-cristiana no es tema.  Además, le es preciso aislar a Omar Jara.  No sé si Norberto Díaz es de la misma “tendencia” que Jara, pero su posición como vice-presidente de la CUT es como lo que uno espera que sea un dirigente consecuente y consistente; no un yes-men.  Jara representaba un sentido común poco común entre el funcionariato.  La experiencia de personas como Omar Jara, Norberto Díaz, Eduardo Bustos, por mencionar a algunos, no es recogida por  el “oficialismo” de la Nueva Mayoría.  Ahora bien: lo irruptivamente  perverso es que Lagos Weber apostó por un out-sider  (aparente)  al que no podrá manejar como acostumbra.

Los out-siders siempre tienen una ventaja: son razonablemente imprevisibles. Lo que quiere decir que  DJ Méndez irá más allá de lo que el caudillo local del PPD estará dispuesto a soportar. Es el “espíritu” de la calle Pirámide el que se va a expresar en esos partidarios, que tendrán que hacer una campaña anti-establishment, para asegurar  la continuidad del naufragio cívico, en una ciudad que voluntariamente ha renunciado a toda gobernanza, como un “monumento social”  a un inquietante modelo de autocastigo.

Lo curioso de todo este asunto es que se preparan, para el mes de julio,  las primarias independientes.

Aquí, La Matriz, como pacto de los expertos en mitigación, ha definido el destino de sus demandas, sin entender que DJ Mendez los puso en el lugar de los “momios”, por simple distribución territorial.  El “modelo de negocios” del Patrimonio  Adecuado se enfrentará al “negocio modelo” de una cultura popular  vindicativa incorporada al capitalismo del Entretenimiento,  para  castigar  medialmente a los “pitucos” y a los “aspiracionales” que detestan la vida partidaria.   

A estos solo les queda obtener una votación que, no significando un “catapilcazo”, les permita sentarse en una mesa de reparto con algunas pretensiones.  No lograrán más que eso y habrán invertido un tiempo enorme en discutir sobre el destino de la ilusión  autónoma y movimientista, que se revelará como lo que siempre ha sido y no se ha querido ver: una ilusión política de encubrimiento. 

En definitiva, lo que el “triunfo” de DJ Méndez representa es más que nada una alerta sobre las dimensiones que ha adquirido   la rapacidad  política en Valparaíso.  El Pacto La Matriz  debe elegir al candidato que logre la mayor votación posible para sentarse a conversar con DJ Méndez pensando en la segunda vuelta.  No veo que en este gesto haya  algún elemento  de  renovación de la política.  El candidato elegido podría apostar a obtener para sí el voto de los demócrata-cristianos relegados por el “pintismo”; lo que es poco probable dado el discurso anti-Nueva Mayoría de algunos de los postulantes.   Esto quiere decir que La Matriz solo tiene destino como izquierda ética de la Nueva Mayoría.  La estética será dominada por la retórica musical y escenográfica del DJ, que convertirá a los carnavales  de tambores en fiestas electrónicas en el Parque Alejo Barrios, para “recuperar lo perdido”.  


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