miércoles, 16 de abril de 2014

Dimensión colosa


A propósito del texto de ayer, un amigo y artista penquista -Edgardo Neira- me escribe que éste le hizo recordar esa llaga escrita por J. M. Arguedas que se llama "El zorro de arriba y el zorro de abajo" (1971): “Otra historia de desastres culturales en nombre del progreso, del puerto de Chimbote en ese caso. Allí ni hubo incendio pero algo se consumió, tanto que el escritor se suicida de pena y de no poder discernir entre lo de arriba y lo de abajo”(...) . En el telediario vi a una mujer que parada sobre las cenizas de su casa decía: " yo aún busco las llaves de mi casa, pero no las puedo encontrar..".

Luego, otro amigo, Juan Carlos Ramírez, me envía un link de la revista francesa Les Inrockuptibles, en su edición de hoy 16 de abril. El título reproduce de manera paródica una mención al origen del fuego: “Una catástrofe no tan natural que digamos”. Ese sería el sentido de un título que en francés suena mucho más literario en su proyección sarcástica. Luego reproduce opiniones de connotados intelectuales que sostienen que “las medidas recomendadas por los expertos no han sido escuchadas”. Franck Gaudichaud, un experto francés declara: “el tipo de catástrofes “naturales” pone en evidencia el modelo de la desiguadad”. Y agrega: “El Estado y la comuna de Valparaiso serían en parte responsables de esta catástrofe, ya que jamás regularon el uso de los suelos ni buscado reubicar a las poblaciones precarizadas. Más aún, ciertos observadores denuncia la pésima gestión de los dineros públicos realizados por la alcaldía de Valparaíso”.

En la misma entrevista del medio francés el historiador Sergio Grez señala que la degradación de la ciudad ha sido sostenida desde hace mas de dos décadas por los gobiernos municipales, que no ha sabido revertir una secuencia de incidentes graves como explosiones de gas, derrumbes de cerros e inundaciones, incendios, hasta éste último que ha destruido barrios enteros.

Hace un año, en el Parque, PlanCerro realizó un encuentro en que se discutía sobre diversos proyectos de desarrollo, y en el seno del cuál el geógrafo Luis Alvarez hizo una brillante intervención sobre los corredores biológicos y las macro-zonas, en medio de la cual empleó varias veces la palabra “colosal”. Es decir, se necesita soluciones de dimensiones colosales. Y recuerdo sus palabras certeras para definir el carácter de esta misma catástrofe de dimensiones colosales, que de paso, destruyó su casa, su biblioteca; es decir, los documentos más significativos de una memoria geográfica, también, de dimensiones colosales.

Durante años Luis Alvarez ha venido advirtiendo los riesgos que corre la Ciudad Puerto en su parte alta, debido a esta mal montada ficción de convivencia entre “naturaleza” y la perversa “cultura urbana” de precarias zonas pobladas que son altamente vulnerables ante la ocurrencia de un gran incendio. No ha sido escuchado por la clase política, cuya razón partidaria desestima de manera sistemática la producción de conocimiento de la escena local. En esta ciudad, los intelectuales, los productores de conocimiento, los inventores de innovadores dispositivos de estudio micro-político, han sido excluidos del poder. Lo cual señala la dimensión colosal que existe en esta ciudad entre Saber y Poder. Una de las mayores catástrofes asociadas a esta gran catástrofe actual es que el Saber carece de Poder y quienes ejercen el “poder”, no saben. Es decir, saben de distribución de cuotas partidarias. Pero lo más grave es que estos últimos no están dispuestos a asumirlo. 

1 comentario:

  1. acá puedes ver el video donde habla Luis Álvarez en Tolerancia Cerro de PlanCerro.
    http://youtu.be/3sfCsuCzlcc

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