miércoles, 20 de febrero de 2013

EL REGRESO DE LOS PORTUGUESES.


Antonio Guzmán acaba de regresar de Lima, donde junto a Patricio Bruna y Mario Ibarra (Paté)  han expuesto en el Instituto Cultural Peruano-Norteamericano. La muestra cuyo título es (en) tránsito continuará abierta hasta mediados del mes de marzo. El arribo de los portugueses a Lima fue acompañado de conversatorios y encuentros muy productivos con artistas locales. Han llevado a Lima la propuesta para una muestra de artistas peruanos en Valparaíso. Esto significa  sostener una hipótesis de reciprocidad mínima que colabora con los intercambios reales. Es así como en Lima los portugueses recibieron el trato de artistas de parte de otros colegas. Esto no hubiese sido posible en Santiago de Chile, que es prácticamente un hoyo negro para cualquier manifestación  proveniente de  provincia. La región metropolitana experimenta una obstrucción sobre si misma que hace que cualquier intento de arribo sea inconducente. Esto obliga a pensar en el valor de los viajes de trabajo fuera del país. Los portugueses se desplazan  para establecer  una interlocución a la medida de sus ficciones pictóricas. Eso es lo que cuenta a la hora de pensar en la necesaria conexión entre el arte local y su colocación en otros circuitos.
De regreso, Antonio Guzmán trae un encargo del artista peruano Alex Angeles, dirigido a mi persona.  Este consiste en un tubo de tinta negra  Gestetner 519, especial para impresión a mimeógrafo.  Hace años, en un viaje a Lima, me encontré con Angeles y otros artistas del grabado, donde hicimos rigurosas menciones al uso del mimeógrafo en el campo artístico. De partida, este era un arma de reproducción de la palabra clandestina. En la exposición Homenaje a Gonzalo Muñóz, en el PCdV, el Colectivo 19 de Noviembre pudo conseguir prestado un mimeógrafo y una caja de stenciles, que era el medio empleado por las organizaciones políticas en su lucha contra la dictadura. Pero esto tenía un antecedente que ya he tratado en mi página web; a saber, la importancia del mimeógrafo en el montaje de Beau Geste Press, la editorial del artista Felipe Erhenberg en el Londres de los setenta, bajo cuyo sello fue publicada la obra Sabor a mi, de Cecilia Vicuña.  Esta última vivió en Con-con, previo a su viaje a Inglaterra. Entonces este dato se junta con los impresos clandestinos en que debíamos reproducir los informes al pleno del comité central. Razón por la cual siempre he habladio del inconciente mimeográfico de la izquierda chilena. Todo esto lo menciono a propósito del obsequio del tubo de tinta negra Gestetner 519.
El regreso de los portugueses significa, entre otras cosas, pensar la viabilidad de producir un proyecto editorial que consigne treinta años de trabajo independiente en la escena local.  Para lo cual no solo es necesario levantar fondfos, sino invitar a otros críticos, extranjeros, que escriban. Porque es fundamental hacer que la atención crítica sobre estas obras provenga de otros horizontes. El destino de unos artistas locales está en ir más allá de lo local, justamente, para instalar la ficción de regresar.
En cuanto a la reciprocidad, lo que se está pensando es en una muestra colectiva en la que debieran participar artistas como Alfredo Márquez y Alex Angeles. Dicho sea de paso, estos dos artistas han realizado una obra en conjunto para la muestra que actualmente se exhibe en el Museo Centro de Arte Reina Sofía, Perder la forma humana, a la que ya me he referido en entregas anteriores. En esta muestra, ellos presentan una obra de gran formato que consiste en un retrato de César Vallejo a partir de una matriz que reproduce una hoz y un martillo impresa en serigrafía. Cada módulo reproduce una fracción del retrato como si fuera el grano ampliado  de una impresión serigráfica, que es lo más cercano en parentezco tecnológico a la epopeya mimeográfica. Todo cierra. Eso es lo que hay que hacer venir a Valparaíso, junto con otros, como Marcel Velaochaga, que es el autor de una relectura pictórica de la obra clásica de Luis Montero, Los funerales de Atahualpa, que se exhibe de manera permanente en el Museo de Arte de Lima.   Esto es muy importante y significativo ya que esta obra fue traída a Chile en 1881,  por las fuerzas de ocupación a su regreso de la guerra, como parte del botín. Luego sería restituída gracias a las acciones del propio  Ricardo Palma. En la actualidad, no es casual que sobre mi escritorio se encuentre el libro dedicado a Luis Montero, editado por natalia Majluf, directora del MALI y una de las organizadoras del II° Encuentro de Museos de Europa y Latinoamérica al que asistí en Madrid la semana pasada. Nuevamente, todo cierra para abrir la reciprocidad implícita en el gesto de viaje de los portugueses.

1 comentario:

  1. Estimado Justo,

    Ante todo, quisiera agradecerle por su trabajo, que resulta verdaderamente admirable e inspirador.

    Le cuento que en estos momentos escribo las conclusiones de mi tesis de master en estética e historia del arte, que trata precisamente sobre la muestra organizada por Gustavo Buntinx para la Trienal de Chile, donde sabe usted que participaron Alex Ángeles y Alfredo Márquez entre tantos otros. Mi análisis trabaja sobre las estrategias de delimitación de un territorio - mi hipótesis de lectura es que esta exposición contiene piezas que constituyen balizas que delimitan un universo plástico, un campo artístico que se diferencia en el contexto chileno, poniendo en evidencia los problemas geopolíticos entre Chile y Perú.

    En el contexto de esta investigación he realizado dos viajes de terreno a Perú. En el segundo estuve exclusivamente en Lima y tuve la ocasión de no solo conocer a Alex y Alfredo, sino además colaborar con ellos como apoyo en el montaje de la instalación Caja 3D/Última cena que presentaron en enero en el recién inaugurado Museo de Arte Contemporáneo de Barranco.

    He realizado mis estudios en la Universidad Paris 8, mi tesis ha sido escrita en francés y, tras 3 años de desarraigo, necesito volver y encontrar mi nicho en un medio que es pequeño y precario - como usted sabrá mejor que yo, por contar con la experiencia que a mi me falta.

    Desde que comencé a leer sus textos, su trabajo me ha llegado como una arenga para seguir dedicándome a estos asuntos. Soy chilena, como usted, pero dicen que cuando uno ha vivido fuera, ya nunca deja de sentirse extranjero. Idealmente, el extrañamiento que me provoque volver a Chile podrá ser productivizado así que, si le interesa, yo pongo mi pluma y mi persona a su disposición para que trabajemos juntos en una muestra de artistas peruanos - o en otras, que siempre soy materia dispuesta para aprender sobre aquello que no conozco.

    Mi regreso a Chile será probablemente en octubre. Mi correo electrónico es rebeca.sanchez.castro@gmail.com. Por favor no dude en escribirme.
    Saludos cordiales,

    Rebeca Sánchez Castro.

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